El 7 de octubre de 1917, se abría en León, en la calle Alfonso XIII nº 59, hoy calle de la Rúa, lo que más tarde se llamaría Colegio Santa Teresa. Entonces se llamó “Academia-Internado Teresiano” y como su nombre indica era un internado donde las alumnas que allí vivían, 18 el primer trimestre de su inauguración, asistían a clase a la Escuela Normal del Magisterio, a la Escuela de Comercio o se preparaban para hacer Ingreso de bachiller en el Instituto. Dos profesoras fueron las encargadas de abrir esta Academia-Internado: María Invernón y Laura Luque y la primera alumna interna se llamaba Ángela Sánchez Beato.

La idea fue de Pedro Poveda Castroverde que anteriormente había abierto otras Academias en Oviedo, Madrid, Málaga, Jaén, Linares, y que quería que éstas fueran centros donde se formaran las futuras maestras.

Hacia el año 1925, como el número de alumnas fue creciendo, se trasladó al lugar que ocupa actualmente el Colegio en la calle Pablo Flórez. Un edificio antiguo al que hubo que realizar reparaciones y cuya inauguración tuvo lugar el verano de 1926.

A medida que pasaron los años creció el número de alumnas y fue preciso empezar la enseñanza primaria para lo que se habilitó en el año 1950 un chalet, que actualmente no existe, en la calle Alcázar de Toledo y después en el año 1953, por las mismas causas se vuelve a trasladar, en esta ocasión a un edificio de la calle Villa Benavente, donde permanecerá varios años, llamándose Colegio de la Inmaculada. Entre los años 1968-70 desaparece este centro de primaria, pasando todas las alumnas al edificio de la calle Pablo Flórez 5.

El 25 de marzo de 1955 se empieza el derribo del edificio antiguo y la construcción del colegio actual. En 1957 se inaugura el pabellón que da a esta misma calle, continuando las obras del resto del Colegio.

En el curso 1979-80 pasa de ser un centro femenino a ser mixto. El Colegio ha sufrido también las transformaciones necesarias que han ido requiriendo las distintas leyes y reformas del sistema educativo.

La Institución Teresiana ha tenido siempre presente la inquietud de adaptar el proyecto pedagógico de Pedro Poveda a las necesidades y demandas de la sociedad de León.