Los alumnos y alumnas de 6º de Primaria acaban de terminar su proyecto de aprendizaje titulado, “¿Cómo funciona una máquina de impresión 3D?”.
Dado que hablamos de nativos digitales, no cabe duda de que estos grupos y, en general, los niños y niñas de esta edad, acuden con frecuencia a la llamada de la tecnología. En esta ocasión, a la de la impresión en 3D. Y, aunque esta no es nueva, ha despertado un mayor interés en los últimos tiempos. Incluso, algunos alumnos ya han tenido acceso a esta impresión a pequeña escala de prototipos con fibras PLA (plástico).
Desde el inicio, nuestro proyecto pretendía dar un paso más allá del mero funcionamiento mecánico de una impresora 3D. Pretendía, a través de esta tecnología, incentivar el espíritu emprendedor y la búsqueda creativa de soluciones a problemas relacionados con los campos profesionales de la impresión 3D. Ente otros, la aeronáutica, la automoción, la medicina, la odontología, la moda o la educación.
En el proyecto recurrimos a agentes externos fundamentales. El primero de ellos, Fab Lab León. Sus siglas, laboratorio de fabricación digital, o fabuloso, como nos dijo su manager Nuria Robles, nos llevaron a una charla formativa que sirvió de soporte para aterrizar y tomar conciencia de esta tecnología como medio para alcanzar otras cotas de desarrollo tecnológico. Después, visitamos los talleres del MIC (Módulo de investigación Cibernética) de la Universidad de León y entramos en contacto directo con las impresoras 3D y los tipos de materiales empleados. En ambos espacios, los alumnos llevaron su libreta I+D, elaborada previamente, para recoger sus notas y emplearlas posteriormente en su startup.
Implementados los conocimientos mínimos necesarios sobre los campos y productos que con ella se pueden elaborar, repartimos a los alumnos en grupos con el objeto de crear una pequeña empresa, Mi Startup. Así, a partir de un decálogo de pasos para el desarrollo de su proyecto, cada uno diseño un producto estrella fabricado con impresión 3D. Debía cumplir unos estándares básicos: responder a una necesidad amplia de la sociedad, ser sostenible en el empleo de materiales y ser inclusivo y accesible a un amplio sector de la sociedad.
Algunos de los startups presentados reflejaron gran creatividad: “Protecting ears”, protectores flexibles para las sufridas orejas de las mascarillas”; “Bob”, robot inteligente detector de bullying; una sudadera de doble capa en 3D para invierno y verano con filamentos vegetales flexibles; un dron inteligente para convertir el dióxido de carbono en oxígeno; juguetes en 3D para niños sin recursos; zapatos con suela intercambiable para diferentes superficies y deportes reduciendo así nuestro consumo; producción 3D de piel humana para su utilización en medicina; prótesis articulatorias en impresión 3D buscando abaratar los costos y que fuesen accesibles para todo el mundo. Como se puede apreciar, un pequeño laboratorio de Silicon Valley CST. Tecnología y creatividad al servicio de nuestras pequeñas mentes.
Aquí os dejamos un breve resumen del proyecto en formato vídeo:
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