En este 2022 ha tenido lugar la XXII edición de esta semana, ya tradicional en el colegio, y que ha ido variando y adaptándose a los tiempos. Comenzamos allá por el año 2000 celebrando el día de la solidaridad y tomando un bocata. Desde hace bastantes años la pizza sustituyó al bocadillo, pero además de este gesto solidario, las jornadas celebradas en el colegio, han colocado el valor de la SOLIDARIDAD, la ayuda, la bondad y la generosidad en un lugar privilegiado de nuestra propuesta educativa.

En los tiempos que nos están tocando vivir, se ponen de relevancia las palabras de Pedro Poveda.

Más allá de las aportaciones recogidas en estos días y que se enviarán a la ONGD de la IT InteRed, nos queda la esperanza de los valores sembrados en nuestro alumnado, más sensibles a la necesidad de ayudar a otros. Llevamos unos años también, en que esta educación transformadora que se promueve el colegio, nos ayuda a tomar conciencia de los ODS, y es que el 2030 está ahí y por ello, este curso se puso de relevancia el número 11: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Inclusión y no solo integración, seguridad y superación de la incertidumbre, resiliencia y no solo resignación, sostenibilidad para que nuestro centro educativo, nuestro barrio, nuestra ciudad y sobre todo nuestros alumnos, futuros adultos, tengan una participación activa y comprometida en la sociedad.

     

En otras semanas solidarias, antes de la pandemia, nos juntábamos todo el colegio, los mayores ayudaban a los pequeños y compartíamos tiempos de aprendizaje. Actualmente estos encuentros no son posibles físicamente, y aunque este curso pretendíamos abrazar al colegio uniendo nuestras manos, no fue posible. Pero se realizó de otro modo, con hilos de colores nos unimos a lo que nos importa; nuestro medio ambiente, la salud…, y también a muchas personas que nos importan; la familia por delante de todo, pero también los amigos, los profesores…

Además de este gesto común en las aulas, adaptados a todas las edades no han faltado actividades y juegos para motivar y sensibilizar. InteRed nos aporta recursos y por ello en Infantil se trabajó el cuento de “Una montaña en el patio”, los pequeños de Primaria se divirtieron con el juego de “Sos Ten y Ble” y los mayores con la realización de cómics para favorecer la inclusión, a partir de “Construyendo puentes, no muros”. En Secundaria, las reflexiones, la lectura y el debate no han faltado, pero tampoco la construcción de esas ciudades imaginadas más sostenibles.

Y como el colegio somos todos y lo hacemos todos, el Departamento de Pastoral y de Orientación, siempre al quite, nos han proporcionado recursos para ahondar más en el valor de la bondad y en la conexión con la Paz.

Desde el buenos días del 26 de enero y en algunas áreas, se realizaron también en el día de la Educación Ambiental, algunas actividades para conocer mejor nuestro entorno y aprender a cuidarlo más.

Y el viernes 28 de enero, por la cercanía del día Escolar de la No Violencia y la Paz, como actividad propuesta de la escuela asociada a la UNESCO que somos, conocimos la figura de Teresa Perales por los valores que ella transmite. Posteriormente se realizó un compromiso para mejorar la paz en nuestro entorno, en la ciudad, barrio, familia o colegio. Pequeñas acciones, pueden provocar grandes cambios.