En los últimos años uno de los ejes principales de la política educativa de la Unión Europea ha sido la inclusión en su sentido más amplio. Su alcance implica la realización de actividades que ayuden a adquirir competencias cívicas y actitudes de no discriminación. Los centros educativos somos fuente de inspiración y ayudamos a nuestros alumnos a derribar barreras, tomar decisiones y compartir puntos de vista de modo constructivo.

De ahí la importancia de la educación cultural y la creatividad como vías hacia el aprendizaje significativo y como modos de inclusión. Tenemos que facilitar a nuestros alumnos un campo de aprendizaje que transcienda nuestras comunidades, potenciar las habilidades creativas y proporcionar oportunidades de desarrollo personal emocional y social, así como curiosidad intelectual.

Por eso a lo largo de este curso nos hemos embarcado en  La Conferencia de los Niños, iniciativa de la compañía teatral Das Papiertheatre y del Servicio Nacional de Apoyo eTwinning alemán. A través de este proyecto queremos promover la ciudadanía activa y la inclusión incorporando técnicas de expresión artística y metodologías activas, sacando a la luz los potenciales de cada individual, la conexión entre cerebro, corazón y mano.

La idea parte de un proyecto anterior en que se preguntó a adultos de diferentes ciudades qué era aquello de lo que no podrían prescindir. Y hubo una respuesta común en todos los lugares: los niños. Es por ello que surgió esta iniciativa. Si no concebimos un mundo sin niños y jóvenes, sepamos al menos qué es lo que piensan.

Se ha animado a nuestros alumnos y a los de otros muchos centros de toda Europa a expresarse libremente sobre sus miedos y deseos en el presente y de cara al futuro, así como sobre otras cuestiones que hacen referencia a la sociedad, la política o el medio ambiente, y hemos ido recogiendo sus ideas en diarios repartidos en los diferentes cursos.

Han hablado de lo que les gusta decir a los demás sobre ellos mismos, de lo que les agrada o no de su casa y del colegio, de lo que les molesta y lo que les hace felices, de aquellas cosas de las cuales no pueden prescindir, y han escrito frases en las paredes para que todos podamos leerlas, así como una carta con tus preguntas y peticiones al gobierno.

A su manera, nos han contado cómo sería su Europa y su mundo ideal, y cómo se imaginan su vida en veinte años. Pero si ha habido algo a destacar, es lo que nos han contado sobre dónde piensan que puede encontrarse la felicidad: Familia, amigos, música, juegos, amor o la naturaleza han sido algunas de las respuestas más recurrentes, incluyendo que la felicidad está en los niños, punto de partida de este proyecto.

Todas las respuestas han sido recogidas minuciosamente en los diarios, que serán enviados a Alemania para ser exhibidos en la Cumbre de la Conferencia de los Niños el próximo septiembre en Nuremberg, de donde saldrán nuevas preguntas, esta vez para la realización de un diario para adultos.

Este ha sido un trabajo en que nos hemos involucrado todos los profesores y alumnos, disfrutando en cada momento tanto del proceso como de los resultados, y nos ha permitido conocer un poco más a los compañeros con los que compartimos tantas experiencias día a día y sacar a la luz lo mejor de cada uno.